Fe es el
deseo de no saber lo que es verdadero.
Nietzsche
Oda al deseo
Dudo ante
un anhelo,
se
presenta sin ojos,
crispa mi
interior
y me
provoca un desgarro,
un
desprendimiento,
entre mi
psique y mi cuerpo.
¡Oh,
impuro deseo!
indecoroso
sentir del hombre
que lucha
entre clavos,
púas y
encierro.
Dudo de
su real efecto,
ignoro si
el deseo es carne,
horizonte
o un velo que esconde sueños,
en
relojes de arena,
que
ocultan los tiempos.
¡Oh,
deseo sublime
que guías
o modificas
sus realidades,
incrustas
destinos,
ocultas mentiras
o verdades.
El hombre
huye del vientre,
carcel de
amanecer,
deseando conocer,
lo ínfimo
del minuto cero,
y allí,
desea otra vez.
¡Oh,
deseo del hombre
quien buscando
el imposible
en el
mundo,
olvida
que en su alma habitaba la llave,
la del
deseo eterno,
ése de
abrir puertas
que lo
lleven,
al
siguiente averno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario