Más que un relato, les comparto una anécdota te mi adolescencia y maternidad prematura.
Vagón apareció un día cualquiera de mil novecientos ochenta y nueve. Nunca había visto un gato con ese porte. Su color era amarillo gastado y con tenues ocres en el lomo, en su cola larga podía verse una especie de "pompón" al final, traía consigo un tramo de vida recorrido.
Al instante de verlo me conquistó y le puse nombre "VAGÓN" y pasó a ser parte de la familia en formación.
En ese entonces estaban los preparativos a pleno para recibir a mi primer hijo. Aquel, con su tranquilidad gatuna, observaba todo desinteresadamente-bah, como todos los gatos-mi vientre crecía cada vez más, hasta que un ocho de julio de mil novecientos noventa, mi "osito" decidió salir de mi cuerpo para ser libre.
A los cuatro días de nacido volvimos a casa, Vagón se mostró distinto, se alejó de mí, aunque nunca le demostré desinterés o lo dejé de lado, sin embargo una mañana se fue.
La última imagen que tengo de él es sentado sobre mi cama viendo como dormía mi bebe en su moisés, ahora en la distancia, quiero imaginarme que debía irse como llegó y estaba despidiéndose de mi cachorro, otra cosa no me explico.
Imagen extraida de la web
Pero que dulzura de relato. Pareciese que ‘vagon’ llego hacerte compañía mientras nacía tu bebe. Y lo más increíble, no se fue antes, sino espero conocerle y despedirse.
ResponderEliminarUn abrazo
Que bonita apreciacion Yeesy Kan, nunca se me ocurrio pensar eso,en casa lo recuerdan con cariño,no tengo fotos de el, en esa epoca ni una camara de fotos teniamos, jajaja,pero su recuerdo lo tengo intacto,un beso y gracias por leerme.
EliminarQue buena historia, tanto que parece de ficción.
ResponderEliminarMe gustó la imagen que pusiste.
Gracias El Dramaturgo, esta es una minima historia,muy real,te dejo un abrazo,la foto la busque en internet, fotos de gatos de casa tengo muchas pero de ese no,ya que el 89' 90' un no teniamos camara,abrazo!!
EliminarUna preciosa historia! Creo haber oído que los gatos son más independientes que los perros, se ve que Vagón era un trotamundos.
ResponderEliminarSi te gusta la foto que puse para enlazar tu blog, te la puedes traer como regalo.
Gracias por participar.Besos
Sabes Charo que muchos dicen eso? yo quiero mucho a los gatos por su anarquismo natural jaja,el perro es lindo pero sumiso, el gato hace la suya, por eso tengo tantos en casa,gracias por comentar, un abrazo grande!!! gracias por la foto, la tomare Charo!!!
EliminarCelos que no pudo controlar!
ResponderEliminarUn abrazo
Totalmente de acuerdo,ya que yo lo mimaba mucho,seguro que se sintio desplazado por el bebe,pero no era asi,el decidio solito,y aun lo extraño,un abrazo Neo,mil gracias!!
EliminarHy animales que sienten celos como las personas, y vagón debía de pensar que ya no lo necesitabas más.
ResponderEliminarUn abrazo
Tal vez asi sea Carmen,se fue asi, sin mas,dejo un gran recuerdo,porque han pasado gatos y gatos por casa pero ese es el mas recordado,un abrazo colega,y gracias.
EliminarMe dio como un chuchito! Lo has narrado con tanta naturalidad que difícil es no imaginar cada instancia, ese llegar y ese irse para siempre de Vagón, vaya a saber con qué destino. Seguro se dio cuenta que su permanencia allí no sería lo mismo... celos tal vez?
ResponderEliminarTierna historia.
Besos!
Gaby*
A mi me movilizo escribir esta anecdota Gaby,esa fue una epoca especial,mi panza, mi primer hijo,y Vagon alli como un espectador,o una compania particular,un gran gato la verdad,un abrazo grande y gracias.
ResponderEliminarUn final agridulce el que nos deja tu historia. Confiemos en que Vagón tenga una vida feliz. Siempre te quedarán los recuerdos de los buenos momentos vividos junto a él. Un beso.
ResponderEliminarGracias Cristina,confio en que fue a dar su cariño a alguien mas y darle recuerdos que contar,un abrazote!!!
Eliminaruna tierna historia, me gustan -ya lo dije por allí- cuando se basan en hechos reales, porque tienen esa autenticidad que los hace únicos.
ResponderEliminardesde el comienzo al fin, tu relato guarda momentos importantes de tu vida, y bueno, vino tu hijo y el gatito decidió cederle el lugar, pienso yo. como fuera, espero que haya encontrado un lindo destino
¡saludos Susana!
Fijate que pienso que hubo una inmensa generosidad en la actitud de Vagón, te adoptó como mascota y te dió todo su cariño y rtecibió el tuyo hasta que vió claro que había alguien que necesitaba de tu cariño mucho más que él, alguien más indefenso y además sangre de tu sangre. Lo repito: Una inmensa generosidad. Afortunadamente los gatos suelen ser muy independientes y autosuficientes, son supervivientes natos, de ahí que se diga que tienen siete vidas. Seguro que le fué bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una bonita historia Susana, ¿quien sabe que sintió el gatito cuando vio a tu bebe?, Igual fue celos, o simplemente como buen gato necesitaba su espacio.
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces pienso que los gatos llevan en sí un espíritu de libertad, por eso son más trotamundos y tal vez sea el caso de Vagon, quién permaneció a tu lado en tanto esperabas la llegada de tu hijo, para luego seguir su propio camino. Linda historia.
ResponderEliminarUn beso!