Las personas suelen tomar decisiones extrañas,la de Raúl por ejemplo,fue para el representante del juzgado encargado de llevarle la noticia al reo, por mucho,la más inesperada.
-¡No me iré señor!-manifestó Raúl al terminar de leer la misiva firmada por el Juez-¿está seguro de lo que me esta diciendo Mejía?-le pregunta el letrado-
El hombre entrado en años se quitó el gorrito que llevaba y sin soltar el documento que había leído minutos antes,prosiguió.
-¡Fíjese estimado...aquí, en esta cárcel espantosa, con rejas hasta en los mismos sueños,he encontrado mi hogar!.Usted verá-continúa-aunque seguramente habrá leído mi expediente muchas veces,lo que me ahorra muchas palabras,¿vió?-
El representante de la ley lo observa intrigado sin salir de su asombro, jamás en toda su carrera, le había sucedido algo como esto. que un preso se niegue a irse con su libertad firmada.Motivo por el cual sentía más curiosidad por escuchar las palabras del viejo reo.
-¡No quiero que malinterprete mi decisión ¿sabe?-dice Raúl Mejía-la cuestión es que a partir de aquel día fatídico que sin una gota de cordura y raciocinio apuñalé a mi mujer y su jefe,hasta darles muerte, mi vida que solía ser un tranquilo lago, se transformó en el océano más bravo que marino alguno haya navegado-
-Usted me lo cuenta de manera muy romántica Mejía-dice el letrado-el viejo sonríe y agrega-muchas horas para pensar ¿sabe?, aquí nada fue sencillito,mi lugar me lo gané con lucha, al principio me golpeaban por cualquier motivo, y al ser un hombre tranquilo,¡imagínese!-Pero un día, unos 25 años atrás llegó a esta Unidad un nuevo Director, muy bueno, un humanista, un soñador e idealista, un tipo que escuchaba a todo preso que quisiera hablarle,un tipo muy preparado-el joven escuchaba con enorme interés-continúe Mejía-le dice-
-Como le decía,ese Director le trajo a este pabellón una esperanza, aunque le confieso que mas de una vez se le han burlado en la cara, hasta yo mismo, sobretodo cuando vino con esa idea de una Biblioteca-¿UNA BIBLIOTECA?-preguntó el abogado-así como lo dije-afirmó el viejo-hubo resistencia los primeros meses, encima el Director buscaba a los mas jodidos para armarla, primeramente no lo entendí,¿sabe?,ahí estaba yo entre pilas y pilas de libros,intentando que esos hombres rudos y duros, ignorantes algunos, me hicieran algo de caso-¿qué es lo que pasaba, por qué tanta resistencia?-pregunto el letrado-sinceramente doctor, a mi me ya me estaba gustando la idea, el problema eran los presos quienes se resistían, creían que esa biblioteca era una perdida de tiempo-fue en un momento de cáos dentro de la misma que se me ocurrió hacer un circulo de lectura-¿QUEEEEEEE?-vocifero el representante de la ley-como lo esta escuchando señor-agregó el reo-y le digo mas, acompáñeme y verá-
Ambos hombres salieron de la oficina en la que estaban y se desplazaron por un corredor poco iluminado, el silencio rancio podía cortarse con una navaja, sin embargo al acercarse a un cuarto casi mas iluminado al final del pasillo, podia leerse en un cartel, con muchos colores , la frase "BIBLIOTECA, ENCONTRA AQUI TU LIBERTAD"
-Pase estimado-lo invita Mejía al abogado, mientras le señalaba a un grupo de presos sentados en circulo, leyendo en silencio mientras uno de ellos lo hacia en voz alta.
-Es asombroso-dice de pronto el letrado-¿vio? ¡se lo dije!-dice con una gran sonrisa de satisfacción el viejo reo-
En ese instante entra al lugar un anciano, es el Ex Director de la carcel, quien propuso la creacion de la Biblioteca hace decadas atras.
El hombre, quien llevaba un baston, se dirige a Mejia y el abogado y les dice-¿y? ¿paso lo que yo te dije que iba a pasar?-le pregunta al preso que rechazaba la libertad-si señor, asi fue nomas-responde Mejia-era inevitable, estos muros donde se guardan tantos secretos, dolores, anecdotas y sufrimientos, fueron los que me dieron la libertad que todos buscan allí afuera, aunque parezca un desatino, esta biblioteca es mi motivo de vida, pague mi deuda con la sociedad, ahora quiero dar mi vida, quiero ser útil a ustedes y a estos diablos y si una humilde biblioteca permite que encontremos ante estos libros la libertad, pues yo quiero difundir entre los reclusos esa posibilidad, señor abogado, compréndame-le dice-
El Ex Director y el abogado ante ese convencimiento de Mejía, solo le estrechan la mano y le dicen-usted comprendió, Raúl, comprendió muy bien-