miércoles, 28 de octubre de 2015

Culminar...



Una daga es la mano fría que cela mi vitalidad,



 es la línea que me separa del ayer y del mañana,



una daga esconde en su caricia las palabras que mi garganta sabe,



pero no atina pronunciar...



Una daga será más tarde mi enemiga,



cuando intente apoderarse de mi existir,



mas mi ser,



egoísta de su conquista,



se niega a seguir su orden, su corte final, ´



donde el río llegaría convertido en mar.



Una daga de frío acero será la causante,



de que mi pecho libre de todo sufrimiento,



elija seguir,



elija probar el sabor de su brillo,



mas prefiera quedarse dentro de su real mundo,



que no resulta tan sencillo,



pero el poder de los amores tiene más fuerza,



y la daga claudica en su intento,



ella recorre otro camino,



y la mujer finalmente hizo lo que creyó—al menos por unos segundos—



correcto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario